martes, enero 31, 2006

ESA CASA YO LA IBA A REMODELAR

En esa casa roñosa, sucia, desvencijada que iba a remodelar, sin descubrir un lugar sin polvo, donde apoyarte, caminando recuerdos de otras personas tras cruzar el umbral desvencijado comenzó la cuestión. Pero los 2 sabíamos desde un comienzo que iba a comenzar la cuestión. No me digas que tú no. Acudir a aquel antro so pretexto de “querer conocer lo que haces profesionalmente”, no era una justificación plausible para una mujer como tú, era la culminación del ritual de la entrega. De hacer realidad aquella frase que se te amoldaba al cuerpo y al alma como guante quirúrgico:: - No existe seductor capaz de seducir a una mujer que no quiera ser seducida. Ningún llamado telefónico (¿crees que no me percaté cómo accionabas en el auto el tiempo del silencio para tu celular?). Ningún drama previsible. Todas las tareas resueltas. Todas las amigas alertadas. Todos los hijos bajo control. Todas las íntimas tenidas apropiadas. 5 gotitas del perfume adecuado. Todo bajo control cuando desabrochaste meticulosa-apurada-contenida, el 1° botón de mi camisa. Ahí sospeché yo pa onde iba la cosa. Pa onde iba la micro. Creí saberlo apenas metí mi mano izquierda-diestra por tu espalda, tras el broche de tu sostén y descubrí que no llevabas sostén... Qué laya de seductor! Miren que no percatarse desde el primer momento que una mujer que acude a la 1° cita a una casa de porquería, sin sostén, es una mujer que sabe pa onde va la cosa. Y yo no estaba preparado para mujeres que saben eso. En esa polvareda...en esa suciedad...en esa extraña casa a remodelar me dejé llevar. Guiado y jadeando los 2, al final del pasillo descubriste unos diarios antiguos, muy antiguos. Los arrojaste a las desvencijadas tablas que crujían como galletitas de nana, usándolos como improvisado colchón Toda precaución de fina dama rodó por el suelo, junto conmigo, por el polvoriento suelo cuando me lanzaste a tierra cuál judoka avezada. Te critico no tomaras ninguna precaución contra el Hanta, mujer desaprensiva. Ésa es mi única crítica. Era nuestro primer encuentro desde la intimidad de los limpios grillos de tu barrio. Desde el pormenor chillante de los zorzales de tu jaibón barrio. Todo sucio. Todo inmundo. La situación sucia. Mis zapatos inmundos. Las ventanas sucias. No habrían esta vez las limpias, pulidas, resplandecientes, las verdes sábanas, que habías dicho te fascinaban y que yo –en un acto ridículo alguna vez, no lejana prometí. Arrasaste con tu mirada más alta de lo habitual como diciendo “en qué mierda me estoy metiendo,” para responderte de inmediato en tu fuero íntimo, “en qué topamos?!”... con tus relucientes zapatos dorados por delante...Con tus aires de madona sumisa por el momento, esperando dar el zarpazo: - Nadie seduce a quien no quiere ser seducida. Crees no dolieron esos codos aferrándose a la tierra? Esas rodillas casi sangrantes no dolieron? Esa quinta vértebra recién diagnosticada? Y se dió una cosa potente. Tú con la superioridad manifiesta de saber que hay una mujer presidente y diez ministras, aunque ni habías votado por ella, esa particular manera que tienen las mujeres de sentirse “género” cuando les conviene. Yo descolocado pero cómodo revolcándote entre la tierra los diarios los recuerdos tu ropa de marca traida de Miami mojada y muy arrugada tu cuerpo impoluto inquebrantable quebrándose transpirado y suave los pezones inflamados empolvados deliciosos mi sexo nunca tan sucio pero tan libre nuestras piernas orgullosas pero vencidas en esa suciedad tan limpia en ese momento en que esa destartalada casa nos recibió y sepultó esas finas maneras tuyas ese aire seductor mío en esa mezcla de chanchos en la batea unido a lucha greco-romana en el barro. Cerca desde una casa habitada una salsa repetía: "porque yo en el amor soy un idiota que ha sufrido mil derrotas..."

miércoles, enero 25, 2006

Pacto entre dos hombres.

Mi querido nieto Daniel: Ya medio Chile o un cuarto, tal vez, sabe que has llegado de Italia y me sorbes el coco. Mis seres queridos han visto inundados sus correos con tu sonrisa y tus preciosos ojos napolitanos. Entre napolitanos y de tu madre chilensis. Como un año y medio de morenazo caminarás por la ciudad con tus patitas abiertas casi un cuarto para las 3. Diciéndome la más dulce palabra italiana que he escuchado en mi vida: nonno. Pero no el simple y vulgar nonno. Un "nooono" arrastradito, con acento, con entonación, con cariño. Cuando te conocí hace un año atrás para qué estamos con cosas: no eras un ser humano. Ahora sí eres un real ser humano.. Ahora eliges. Hoy pides. Ahora cantas. Hoy bailas. Ahora imitas. Ya imitas a tu abuelo. Y se te soporta que no obedezcas. Já. Confieso que por momentos pasó por mi afiebrada mente el dilema de quererte o no quererte para no sufrirte en tu segura ausencia: TRIUNFÓ POR K.O. el amor, aleluya! Me quedan 2 meses de gozarte, se saberte al alcance de la mano. Como esos amores veraniegos de la juventud. Entrega total hasta volver a la ciudad. Amor a los 14, a los 16, hoy amor al fin a mi edad. Hoy que ya han transcurrido cinco días desde tu arribo a tu 2° patria, quiero que el mundo entero sepa que hemos hecho un pacto, Daniel, confiésalo el pacto de machitos que hicimos. Tú, entre mis hijas y tu abuela, puras mujeres, un pacto de hombre, palabra-de-hombre que hicimos, de que estamos más ligados que nadie. Que en Chile tu pacto mayor es conmigo. Pacto desde el primer día, de conocernos a concho. De visitarnos a concho. De aprendernos a concho. De aceptarnos a concho, de tenernos confianza a concho. DE RESPETARNOS A CONCHO. Ese pacto, nipote, quedó establecido desde el 1° día y SE RESPETARÁ, DALO POR SEGURO.

lunes, enero 23, 2006

TÚ Y GOOGLE EARTH

Tú mirabas el mundo como desde Google Earth. Todo tan distante, todo tan lejano. Todo fuera de ti. Todos fuera de ti, incluso tú. Eso. Incluso tú excluída, porque tú no te involucrabas con los humanos. Te alejabas tanto que sólo podía saberse de ti adivinando los pasos de tu sombra. Nunca achicabas el zoom porque además te acomodaba. Te iba bien con ese modo: utópica, distante, remota. Nunca te colocabas al otro lado del espejo para cerciorarte qué te convenía ese día. Tú no preparabas tus días. A ti los días te rebalsaban. Por eso no te acercabas a mi pecho cuando esa espinilla se rebelaba siendo que tú eras la única experta en esas lides. Sabiendo además que esa espinilla era el pueril pretexto que tenía para llamarte. Cuando al fin me aproximaba, cuando al cabo te abrazaba, todo era en vano: tu cuerpo estaba perforando la capa de ozono. No sabías ser de otra manera. Hasta ese día que me confesaste morías de cáncer. Y me diste el beso más tierno que una mujer sana me haya dado en mi vida. Demasiado tarde.

domingo, enero 15, 2006

MI PRESIDENTA!

Son las 18:00 hrs. de este domingo histórico. No hay resultados oficiales. Escribo urgido por la emoción irracional y más que nada por la intuición masculina: Siento que tendremos Presidenta de Chile. A ella -y en ella - quiero rendir mi sincero y modesto homenaje a la mujer sacrificada de este país. A mi madre ausente que estaría emocionada desde su musulmana mirada . Aquella mirada que la hizo rebelarse muchos años atrás en Damasco ante mi abuelo-su padre, de usar el tradicional velo. Este triunfo sería para ella una expresión de su antigua rebeldía. A mis hijas que tendrán que tener mayores posibilidades, que tendrán que exigir mayores posibilidades al fin, para entregar su aporte a Chile. A todas las mujeres. A las infinitas mujeres soporte fundamental de la patria. Reflejos de los hermoso de la naturaleza. En esta tarde feliz, veo en cada mujer la dureza y la pasión de los mares, la sabiduría de la luna, en todas sus facetas, el murmullo de cuna de cada río, la sonoridad de cada lluvia local. Eso todo veo y lo veo queriendo expresarse. También un homenaje a los hombres de mi Chile. No es el triunfo de un género pero si la derrota de otro: el género de los exclusivistas, de los pesimistas, de los agoreros. Tenemos Presidente mujer y me inclino ante ella.

martes, enero 10, 2006

Maryland y Santiago: Así sucedió.

Apenas Rashid al Yussif, joven egipcio estudiante de la Loyola University, supo que aquella delegación de graduados de enseñanza media de Maryland, visitarían América Latina, recordó aquel romance con Jazmin, en aquellas planicies afganas, long time ago, ambos preparándose para la guerra santa, punto y codo. Del mismo modo como supo intuitivamente que su momento histórico había llegado. Seguía en contacto con Jazmin. Seguían queriéndose a la distancia. Por ella, sabía a ciencia cierta que en algún país latinoamericano, existía, la única célula activa de Al-Qaeda, con vínculos estrechos con Ayman al Zawahri. Que disponían de capacidad operativa y esperaban la señal adecuada. Esta vez, esa delegación de 45 estudiantes del bullante estado de Maryland, 20 hermosas chicas y 25 bellos varones, eran un foco atractivo para generar un hecho político de importancia. Jazmin recibió la orden. Llamó desde un teléfono público a su camarada y programaron cita de trabajo para el otro día a las 21:00 hrs. en su departamento. Puntual arribó Mohamed ad-med Judissa, su partner. Su nueva pareja. De la bodega del edificio retiraron lo necesario, que era todo lo que poseían. Tenían la noche por delante. Ya temprano en la mañana, con la tarea cumplida, ambos se entregaron al dulce placer del último acto sexual, del amor, del ritual. Entretanto en aquel pub, la fiesta ardía. Las chicas y chicos norteamericanos confraternizaban, olvidaban Maryland y sus problemas, se entregaban al baile, al desenfreno y al alcohol. Dos chilenos descendientes de árabes formaban parte de aquella cofradía casual. A las 0:31 AM del martes, dos explosiones sacudieron hasta los cimientos el tranquilo pub de Providencia. Ningún norteamericano volvió vivo a su patria. Dos terroristas musulmanes cumplieron cabalmente su tarea y dos inocentes chilenos-paisanos pasaron a mejor vida dejando sobre la pista del Pub, sus mejores perfomances de machitos-chilenos-seductores.

Maryland y Santiago. Yo lo soñé.

La noche amenazaba con ser otra de aquellas noches fomes de karaoke con 2 ó 3 mesas no más ocupadas, sumando 6 personas, incluyéndonos a nosotros, representantes del Medio Oriente en el Barrio Suecia. Estas noches en sí, no son malas si de cantar se trata. Nos permite tomar el micrófono unas 8 veces cada uno lo que no es malo. Yo ya había desarrollado mis dotes sin esforzarme. Mi compadre paisano también. Por cierto ninguna mujer sola. Esta vez las águilas no tendrían trabajo. Y así transcurría la noche cuando...cuando de repente, o sea, suddenly...tatatán, un choclón de gente extraña, entre las que se destacan unas 20 mujeres jóvenes, todas réplicas de Sex and the City, todas ellas bellas,(Las gringas son bellas porque se creen bellas, incluso las gordas y flacas. Todas se creen bellas por lo tanto actúan como bellas, sobradas, creídas, gringas-imperialistas-bellas) que se agolpan en la puerta del pub para su triunfal ingreso. Entran con ellas algunos adultos jóvenes, algo así como conductores o drivers, y de 1° y 2° instancia (at first sight)uno percibe que son gringos. Esa inconfundible desfachatez de los gringos, esa increíble capacidad imperialista de llegar a un lugar y coparlo. Llegan con ellos las insoportables mini-cámaras-una-por-cada-gringo y los miles de flashes e interrupciones para toda la noche. Una con el mozo, una entre ellas 4, una entre ellas 10 y los profes, una sola, una contigo, una conmigo, una de ella hacia mi, otra de mi hacia ti. (Prefiero pensar que mi imagen no irá a parar a algún extraño dossier de la CIA about posibles latin-arab-terrorits). Por supuesto las águilas acechan...las pocas águilas presentes, que habían crecido imperceptiblemente, como crecen los candidatos a última hora cuando se percibe en el aire el triunfo de uno de ellos, o más bien de una de ellos. Yo me fijé en una negrita, mezcla rara(aleluyah!) de Beyoncé y Mariah Carey-es-decir-todo-un-bombón-de-mujer-un-sueño-ella. Hermosa, bella, con cara de simpática y que tarareaba todas las canciones latinas y movía su cuerpito desde esa silla a 3 mts. del Medio Oriente aunque ahí al lado, todo ese fantástico cuerpeíto que god le había dado. Desenrrollando mi inocuo inglés me aproximo a la más cercana que no era mi morena, y pregunto el clásico: "where are you from?". Los gringos no responden U.S.A., que es como decir para nosotros: Chile. No, ellos responden por su estado: "We are from Maryland", como si uno supiera dónde cresta y cuál de los 51-52-53 estados de la Unión fuera Maryland. Como si uno supiera que su capital es Annapolis, llamada así en homenaje a Henrietta Maria, wife of King Charles I,(vaya a saber uno qué rey y qué Henrietta son!), como si uno supiera. Como si uno supiera que la bebida estatal es, puaf!, la leche o sea the milk. Como si uno supiera que su puerto más famoso es Baltimore, destino del 78,45% de nuestras exportaciones a USA. Como si uno supiera. "And what are you doing here in Chile"?...Debo confesar que lo que entendí, después de 4 piscolas, 2 canciones y miles de flashes, es que eran egresados de secundaria de Maryland en un viaje de estudio por Latinoamérica. Y comienzan ellos a cantar. Por cierto de la manera imperialista de cantar: copan el escenario. En un principio todas las mujeres, luego todos los hombres, tan diferentes a nuestra subdesarrolada manera de cantar de a uno, solitos, con vocecita pequeña, achunchaditos, acomplejaditos, escondiditos detrás del micrófono. Luego viene el baile. Previamente había recorrido los 3 mts. que separaban el Medio Oriente de Maryland y preguntado en un angelical inglés de Liceo Gratuito Darío Salas: "Do you dance salsa?" - Yes, fue su respuesta. Y emprendimos juntos el recorrido hacia la pista. No crean que soy tonto. Previamente me había acercado al DJ Mauricio y le solicité que en aras de nuestra amistad, colocara unas salsa lentas de esas morrocotudas y que finalizara con raegettón. Dicho y hecho. Sonaron los 1° acordes salseros y Chile y Usa, Maryland y Santiago, unidos jamás vencidos, se posesionaron de la pista por unos minutos. Sólo los 2. Fui la envidia de todos sus compañeros gringos que bailan salsa como nosotros pero peor, es decir, no bailan. Y de sus amigas que no comprendían cómo ese chiquito,tan canoso, tan latino, tan austral, tan paternal, manejaba tan bien a su amiga, tan gringa, tan fuerte, tan gringa. Debo reconocer hidalgamente que nunca, pero nunca, había tenido entre mis brazos una mujer como ella. Suave como ella, dulce como ella, latina como ella, bailaora como ella. Gringa como ella. Imperialista, compañero, como ella. El idioma no importaba, las diferencias etáreas no importaban, nada importaba, en rigor, excepto la música, 2 cuerpos unidos, gente ajena y a la distancia, muy a la distancia, cientos, miles de flashes.Y eso duró lo que la tanda de salsa suaves y raegettón duró. Unos 15 minutos? Nada más supe de ella. Ni siquiera su nombre. Not even her name. Edad, pasiones, las elecciones en Chile. De Bush? Ni hablar...Nada. Porque en ese instante, nuevamente la ola imperialista, a la manera imperialista, se posesionó de la pista, the whole pista, y nos pisotearon, apabullaron, coparon. Huí rápidamente hacia mi izquierda, tratándose de imperialistas qué otro recurso me cabía y subdesarrolladamente volví a mi mesita pequeña del Medio Oriente donde los problemas de la vida, los reales problemas de la vida, me hicieron olvidar ese sueño juvenil de haber bailado como en Last Dance, con la mismísima Jennifer Beals.

jueves, enero 05, 2006

MANUAL DE CITAS A CIEGAS 2

Continuando con Mi MANUAL diré: 1.- Si la citada es entero-fea (o entero-feo) te quedan los siguientes caminos: 1.1. Adviértele que tú no eres tú. Que tú se tuvo que encargar urgentemente de un hijo accidentado y que tú, un hermano menor, sólo vienes a dar las excusas de rigor como buen caballero que es (Tú ). 1.2. Sé tú hasta las últimas consecuencias y apechuga. Dile que te ha engañado. Que nunca esperaste una persona así. Que muchas gracias y hasta luego. 1.3. Cuenta con una amigo paleteado para que te llame 10 minutos después de la hora de la cita. Le dirás: "Dónde fue el choque?". Y te irás raudo con la sensible excusa de que un íntimo amigo acaba de chocar y tienes que ir en su ayuda. No es el caso. Pero si fuera entero-bella, le dirás a ese amigo que está todo bien, que la reunión es como habían planeado, mañana a las 14:30 hrs., en su oficina. 2.- Cuando las excusas son previas al encuentro: 2.1. No existe ninguna, pero ninguna posibilidad de saber con certeza si dichas excusas son reales. Muchas mujeres se excusan para quedar tranquilas consigo mismas aunque saben que nunca pero nunca querrán ver al sujeto. Todo está llegando a un destino deseado. Por otra parte, muchas se excusan porque tienen razones valederas, pero luego se latean y no quieren tampoco saber del macho. 2.2. Muchas se excusan mintiendo descaradamente, contando que acaba de morirse de un síncope la nana, ponte tú. Para hacerte sentir miserable. Cuídate de ésas! 3.- Cuando llegas y ella no llega, pero algo de ella "fluye" en el ambiente. 3.1. Para descubrir ese fluído debes ser un hombre muy especial. Demasiado especial. Tan especial que ninguna mujer dejaría plantado, por lo que esta situación está descartada. 3.2. Algo "te dice" que ella está en el mismo lugar. Mismo argumento que lo anterior. Un hombre nunca "siente" a una mujer. Evita entonces el ridículo de preguntarle a cada parroquiana solitaria..."¿tú eres Florencia?"...Creerán que eres un fresco. Un flaite. Un nerd y un chulo también. 4.- Pudiera darse el extraño caso de que "ella" sí esté en la barra y sea la última de 7 que accesaste. No te quepa duda que si es Florencia, dirá que no lo es!!

debate presidencial

Compré pacientemente un rico stock de quesos en aquél súper. Un rico cavernet-sauvignon-nunca-tan-caro. Pancito especial y listo. Estaba demás en la hora y partí a casa de ella. Por cierto ella no estaba. Siempre se las arregla para no estar cuando dice "estaré". Y yo no me quería perder el debate. No porque abrigara dudas sobre por quién votar, que desde el 1° instante no abrigo. Es más, en política es dónde menos dudas abrigo. O mejor dicho: es el único espacio donde no abrigo dudas. Corrijo: tantas dudas. Bueno, no estaba. Entonces qué hacer con ese preciado stock de mini delicatesen. Qué hacer, hombre, sobre la marcha. Mis neuronas trabajaban vertiginosamente. Alternativa 1: ir a casa y verlo solo aburridamente. Sin comentarios. Alternativa 2: ir donde aquella amiga que quiero tanto que ella no tanto y que siempre me dice que vaya no más sin problemas ni previo aviso. Pues esta vez sí habían problemas: "mi pololo viene en camino...lo siento". Alternativa 3: ir a un restaurante cualquiera pero qué de mis "cositas comestibles". No way! Mientras se me ocurría otra locura novedosa surgió lo imprevisto. Llamada al celular. "Estoy lista. En 10 minutos llego. Tuve una urgencia". Seca. Escueta. Lapidaria. Definitiva, como sólo las mujeres saben serlo, afortunadamente. (No soportaría a un hombre, un socio por ejemplo, con tales características). Yo por experiencia sé qué significan 10 minutos en la vida de una mujer. Más aún cuando esos 10 minutos afectan los 10 minutos de la vida de un hombre. Pero accedí. Dije sí, te espero y no esperé. Subí a su depto. El conseje cada vez me hace menos muecas. Aleluya conseguí llaves hace un tiempo y me hice cargo de sus dominios. No sé por qué, sabiendo que no había nadie, igual entré cautelosamente. Casi a tientas con todas las luces prendidas. Revisando lo que no debía revisar. Como esperando que detrás de alguna puerta surgiera ella, con un "sor-pre-sa". Así tomé el control de la guarida. Tranquilamente busqué lo que yo, quizá otro hombre no, nunca puedo encontrar, a saber: el destapador de vinos, las servilletas, la bandeja adecuada. Los vasos los encontré. Preparo la bandeja con una serena demostración de los quesos-de-todos-los-quesos. Lleno las 2 copitas del mosto. Me echo en la cama bien hecha. Prendo la TV. Faltan 20 minutos. Digo: "por qué no esperarla con una vasito adentro" y escancio mi 1° copa del bendito cavernet-sauvignon. Está exquisito. Los quesitos también. "¿Por qué no una 2°'". La modorra me asalta. El cansancio del día. De los días y las noches anteriores. Y listo. Hombre al "sobre". Como bebito en brazos de Morfeo. Lo último que recuerdo es la voz de un engolado Libardo Buitrago haciendo una pregunta a no sé qué candidatodenoséquéelecciónennoséquépaísenundepartamentoquenoesmío. 23:55 PM. Son gritos. Sí, gritos que me despiertan desde el más allá. Que cómo no me esperaste. Que mira cómo volcaste el vino. Que el perro se comió todo el queso. Que traigo hambre. Que tus ronquidos se escuchaban desde la calle. Que yo que quería ver contigo el debate. Todo esto a las 23:55, cuando ya hacía rato que las luces del Palacio Riesco se habían apagado y yo -afortunadamente- tenía mi decisión tomada, pues me había perdido el último debate presidencial.

domingo, enero 01, 2006

COHETES, BENGALAS, BOMBAS. COMO TÚ-COMO YO.

Vengo de celebrar maravillosamente Año Nuevo en el Mar y aún me estremezco-entremezclo con el estampido de las bengalas, cohetes y bombas tronadoras-trazadoras en el cielo porteño y con el estampido paralelo del fervor popular enardecido por el alcohol. (Oh, cuánto bendito-maldito alcohol!) Qué maravilla ver nacer esas ilusiones estrepitosas, cual humanas y estrepitosas ilusiones, naciendo sutiles desde el mar, surgiendo entusiastas desde el mar, explotando ominosas en el cielo y luego muriendo silentes en las frescas aguas del mar. Como tú-como yo. Siempre me han maravillado los fuegos artificiales. Aunque de pequeño me asustaban hasta el llanto y el temor irracional. Siempre los asocié a algo mágico que no comprendía, que no comprendo, que me aterrorizaban, que me aterrorizan, que no discernía, que no discierno. Siempre maravillándome de saber cómo los crean, cómo los impulsan y mantienen en el aire-cómo los inventan, de qué taller de "arquitecto de las pirotecnias" surgen esos diseños estrambóticos, matemáticos, coloridos, infantiles, programados, esencial y sutilmente bellos. Como yo-como tú. Los de ayer tenían ese mismo encanto infantil con la cercanía casi corpórea de la vista privilegiada y el sonido amplificado desde el Cerro Alegre, haciendo como nunca honor a su nombre y apellido. Era una sinfonía de colores, sonidos, trazos, siluetas, olores, en el cielo porteño. Con su obertura, su desarrollo y finale esplendoroso. Tanta la maravilla que ni cuenta nos dimos que muchos de ellos murieron en el intento frustrado por su carrera a la felicidad. Tal como cuando niño, anoche el espanto recorrió otra vez mi cuerpo y mi alma. Esta vez pensando acerca de lo espantosamente-maravilloso que es que ésto se dé en nuestro Chile inocentemente y que sólo sean juegos de artificio, sólo juegos de artificio y nada más que inocentes fuegos de artificio...Y acerca de lo terrible que es cuando estos fuegos de artificio se transforman en fuegos del mal, juegos de la destrucción, fuegos de la guerra, producto de "arquitectos de la muerte", antítesis tremenda de nuestra profesión de la vida, de los sueños. Como ocurrió en Irak, como ocurrió en Bagdad. Como ocurrió en Basora. Como-ocurrió-entre-tú-y-yo.