domingo, enero 01, 2006

COHETES, BENGALAS, BOMBAS. COMO TÚ-COMO YO.

Vengo de celebrar maravillosamente Año Nuevo en el Mar y aún me estremezco-entremezclo con el estampido de las bengalas, cohetes y bombas tronadoras-trazadoras en el cielo porteño y con el estampido paralelo del fervor popular enardecido por el alcohol. (Oh, cuánto bendito-maldito alcohol!) Qué maravilla ver nacer esas ilusiones estrepitosas, cual humanas y estrepitosas ilusiones, naciendo sutiles desde el mar, surgiendo entusiastas desde el mar, explotando ominosas en el cielo y luego muriendo silentes en las frescas aguas del mar. Como tú-como yo. Siempre me han maravillado los fuegos artificiales. Aunque de pequeño me asustaban hasta el llanto y el temor irracional. Siempre los asocié a algo mágico que no comprendía, que no comprendo, que me aterrorizaban, que me aterrorizan, que no discernía, que no discierno. Siempre maravillándome de saber cómo los crean, cómo los impulsan y mantienen en el aire-cómo los inventan, de qué taller de "arquitecto de las pirotecnias" surgen esos diseños estrambóticos, matemáticos, coloridos, infantiles, programados, esencial y sutilmente bellos. Como yo-como tú. Los de ayer tenían ese mismo encanto infantil con la cercanía casi corpórea de la vista privilegiada y el sonido amplificado desde el Cerro Alegre, haciendo como nunca honor a su nombre y apellido. Era una sinfonía de colores, sonidos, trazos, siluetas, olores, en el cielo porteño. Con su obertura, su desarrollo y finale esplendoroso. Tanta la maravilla que ni cuenta nos dimos que muchos de ellos murieron en el intento frustrado por su carrera a la felicidad. Tal como cuando niño, anoche el espanto recorrió otra vez mi cuerpo y mi alma. Esta vez pensando acerca de lo espantosamente-maravilloso que es que ésto se dé en nuestro Chile inocentemente y que sólo sean juegos de artificio, sólo juegos de artificio y nada más que inocentes fuegos de artificio...Y acerca de lo terrible que es cuando estos fuegos de artificio se transforman en fuegos del mal, juegos de la destrucción, fuegos de la guerra, producto de "arquitectos de la muerte", antítesis tremenda de nuestra profesión de la vida, de los sueños. Como ocurrió en Irak, como ocurrió en Bagdad. Como ocurrió en Basora. Como-ocurrió-entre-tú-y-yo.

3 Comments:

At 8:38 p. m., Blogger Renata said...

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At 5:54 p. m., Blogger Renata said...

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At 12:53 a. m., Blogger Renata said...

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