jueves, julio 20, 2006

UN CLUB CABARET

Anoche me invitaron a la inauguración de un CLUB CABARET en el BARRIO ALTO. Un top y exclusivo CLUB CABARET. La invitación era más que sugerente, aparte de la comida gratis toda la noche y el Bar abierto toda la noche. Lo único no gratis eran las chicas y vaya qué distante de lo gratis estaban. Como tengo un corazón débil me fui enamorando y desenamorando una tras otras en la medida que se me acercaban y enunciaban-desplegaban-anunciaban sus tarifas. CASUALMENTE TODAS SE LLAMABAN OLGAS. Estuvo la Olga colombiana, negrita rica $ 150.000 pa ella y $ 50.000 pa la casa. Me desenamoré. Al rato y ya curando mis primeras heridas, surge la Olga argentina-porteña platinada: “Papito te invito a mi departamento: $ 150.000 pa mi y $ 50.000 pa la casa”. Me desenamoré. De improviso emerge desde la oscuridad la Olga paraguaya, mulata felina, de los mismos $ 150.000 pa ella y $ 50.000 pa la casa. Me desenamoré . Finalmente –y en las postrimerías del evento – con mi corazón muy maltrecho, aparece la Olga chilena –rica ella la morena pelo laaaargo- que estuvo dispuesta a una rebaja de $ 140.000 pa ella y los mismos $ 50.000 pa la casa. Tierna ella. Igual me desenamoré. Que eran bellas, que eran seductoras, que tenían cuerpos esculturales, sí lo eran. Que bailaban en el tubo macanudamente. Lo hacían. Al final, a las 3 de la mañana, amurrado, desilusionado, desenamorado, me fui a mi casa pensando que mi negrita de Coltauco, quizá no tenga todas las mismas curvas y desplante de estas Olgas, quizá no pueda bailar en pelotas ante tanto público, pero de que es mía, es mía;

que me da las mejores caricias, me las da y que finalmente, mi guachita choca no me cobra nada-no me cobra nada-no me cobra nada...Viva mi Olguita.

miércoles, julio 12, 2006

RICARDO BULL

Tuve una amiga neozelandesa – un intercambio, Uds. saben – que nunca pudo entender que Buddy Richard se llamara realmente Ricardo Toro y no Richard Bull, que sonaba incluso mucho mejor. O más potente, al menos para ella. O Ricky Bully. O Richard Bullie. ///////No entendía que Buddy era por Buddy Holy y Richard era por Little Richard, maestros del rock. ( Eso imagino). Claro era neozelandesa. ///////Por eso al oído ella solía cantarme una canción que decía más o menos así ( es lo que recuerdo, a la distancia, no me reten las “inglesas”) : /////// “Your affection has gone away like the water among my fingers and I really can’t help it in spite that my pain is killing me”.

sábado, julio 08, 2006

CANTANDO SOLO.

*******Antenoche soñé que iba a mi tradicional pub a cantar. Yo estaba solo en mi sueño. Había poca gente como es lo habitual. De pronto empezaron a llegar parejas a ocupar las distintas mesas todos muy alegres y chispeantes. Qué surioso sueño!.... Todas las mujeres de esas parejas habían sido mis novias, pololas, amigas y otras. Extrañamente –en mi sueño- todas ellas se veían muy felices con otras parejas. Con todo, y en la melancolía de este sueño, fue hermoso ver a la Pepa, a la Dominga, a la María Luisa, a la Azucena, a la Pamela, a la Patricia. Yo cantaba entonces solo, alegre y chispeante. ********* Anoche soñé que iba a mi tradicional pub a cantar. Yo seguía solo en mi sueño. Había poca gente como es lo habitual. De pronto empezaron a llegar mujeres solas a ocupar las mesas... Qué surioso sueño!....Todas esas mujeres habían sido mis novias, pololas, amigas y otras. Extrañamente –en mi sueño- todas ellas se veían muy tristes y solas. En la melancolía de este sueño, fue triste para mi ver a la Pepa, a la Dominga, a la María Luisa, a la Azucena, a la Pamela, a la Patricia, solas. Yo les cantaba entonces triste y solo. *********Esta noche iré a mi tradicional pub a cantar. Iré solo y habrá poca gente como es lo habitual. De pronto empezarán a llegar parejas a ocupar las mesas: Alegres, tristes, chispeantes. Yo como siempre cantaré.

domingo, julio 02, 2006

DISQUISICIONES SOBRE LA MUJER CHILENA

Se me ha ocurrido que la mujer chilena actual es muy diferente a la mujer chilena, por ser, de 30 años atrás o más. Hoy la mujer no tiene como lema el “todo o nada, como nuestras madres, porque hoy han descubierto que entre esos 2 polos existe una variedad de gratas tonalidades Dos observaciones a modo de Notas: A.- Lo que enumero es según yo, lo que se ha transformado. Siguen siendo estudiosas, serias, buenas dueñas de casa, buenas profesionales y ejecutivas, políticas, amantes y todo lo demás. B.- Dejo de lado, por un extremo – el izquierdo - a las mujeres proletarias, que no pueden tener muchas de estas nuevas características y por el otro – el derecho - a las mujeres beatas, legionarias o del Opus, que pudiendo y sufriendo, no lo hacen. Todas estas aproximaciones sin duda, transforman a la mujer, en algunos aspectos, en un ente más cercano a los hombres hoy que antaño, con todo lo malo que eso conlleva. En otras características mantienen una independencia irreprochable. Enumero para aparentar ser más riguroso. 1.- La mujer está más esotérica. Más ligada al tarot, a Krishna, al naipe, a la runa, a la grafología, al yoga, a la numerología, a la astrología. 2.- Siendo madura se enamora de hombres más jóvenes. A veces mucho más jóvenes. 3.- Se enamora de hombres casados sin la esperanza de conquistarlos. A sabiendas del albúr que corren. 4.- Juegan íntimamente con su sexo – no diría que con la misma asiduidad que un hombre – pero encontrando en este solaz, una agradable manera de sobrellevar a veces la soltería. Y con muchísima más creatividad que nosotros, tanto en posturas como en lugares dónde hacerlo. 5.- Acostumbran a salir en grupos de congéneres sólo por el afán de compartir un trago y un baile. Ay del choro que intente abordarlas o sacarlas a bailar en esos trances. 6.- Son fanáticas de gimnasios y rutinas aeróbicas y anaeróbicas: Spinning, just pump, fitness, entrenamiento personal, ciclo indoor, kick boxing, estética, gabinete médico, gabinete de masaje, gabinete dietético o por último, Pilates. Todo aquello que le permita sentirse - y a veces - ser una reina. 7.- Cuando esto no resulta, acuden a las dietas, las inefables dietas. Tantas como mujeres son. 8.- Se han transformado en “tecnológicas”: tienen a veces página web, por cierto, blogs, y por supuesto varios e-mails. Muchas dan clases de programas novedosos, antivirus, spams y otras yerbas alusivas. 9.- A propósito de yerbas, le “hacen” a ellas con la misma pulcritud con que los hombres le “hacen”. 10.- No tienen problema en engañar a sus pololos o “andantes”. La práctica de la “canita al aire” se ha transformado en una institución con visos casi de legalidad. 11.- Esta práctica, siendo casadas, no tienen empacho en llevarla a cabo, sabiamente, astutamente, como hacen las cosas heavies las mujeres, para después volver a casa más enamoradas que nunca de sus maridos. Cuando vuelven. 12.- Tienen amigos con ventaja, con los cuales mantienen una relación dirigida por ellas. Fluctuante en el tiempo, la rutina, la intensidad y la entrega. A veces es solamente para pasar una calentura. En otras, con ciertos especiales, también para conversar. 13.- Las mujeres hoy día se “tiran” al mino que quieren tirarse, premeditada y científicamente, muchas veces por una sola vez y si te he visto no me acuerdo. Los hombres somos muy fáciles. No sé de alguno que se haya resistido a una mujer hermosa en son de conquista. 14.- Hoy no se preocupan de sentir a veces, inclinaciones tiernas por personas del mismo sexo, sin ser lesbianas ni mucho menos. Le hacen más caso al cuerpo. 15.- Cuando la maternidad se torna demasiado fuerte también deciden tener un hijo sin que lo importante sea el padre sino el donante. 16.- Cada día soportan menos a maridos, pololos y amigos huevones. La ruptura no es tema conflictivo cuando se percatan de dicha característica. 17.- Como ganan plata: “su plata”, a veces hasta se dan el lujo de invitar al lugar que quieren. Casi siempre estas invitaciones tienen una connotación erótica. 18.- Derivado de esto mismo y al no ser dependientes de sus hombres, se reafirma la característica 16: no soportan huevones. Afortunadamente - e igual que siempre - cuando se separan, se transforma eficiente y maravillosamente en padres y madres a la vez, con tan buenos resultados como en una familia “normal”. Ésa es la mujer de nuestros días, según yo.