martes, agosto 29, 2006

YO, TODO TERRENO

Me decidí. Determiné que a esta altura del partido en ese amor no me quedaba más que una medida desesperada por hacer. Así que tomé el toro por las astas. Una noche cualquiera en Providencia en otra calle cualquiera, me puse los guantes quirúrgicos que compré en mi red de Farmacia predilecta. Usando ese destornillador especial como ganzúa que birlé de la caja de herramientas del maestro Hernaldo, forcé la puerta de ese todo terreno sin alarma y simplemente me lo robé. La extraña sensación de manejar un vehículo que no es tuyo, se multiplicó por 1.000 al sentir que lo acababa de robar. Hice entonces lo que tenía qué hacer. Lo guardé en ese garaje en desuso que aquel cliente y amigo posee por allá por Recoleta, muy lejos de mi casa, es espera del día señalado que sería el viernes. Trabajé en la oficina hasta tarde en espera del momento. Partí a Recoleta en mi auto y retiré el todo terreno. A mi costado llevaba mi pasamontañas negro predilecto, que le prestaba a mi hijo estudiante en sus jornadas de protesta, ése que deja visualizar sólo un rasguito de mis ojos y aterroriza convenientemente. Esa noche andaba todo de negro. No sé por qué –una estupidez no más – me había pintado las manos y la cara con betún camuflaje. Lo que hizo que el trayecto hasta el lugar fuera difícil ante el temor de ser observado o detenido casualmente. ¿Qué hace un “boina negra” en un todo terreno a las 22:00 hrs. de un viernes por Providencia, camuflado? Ya no estamos en tiempos de asonadas. Llegué al lugar. Allí, de un tiempo a esta parte, inconmovible vivías tú, inasible morabas tú. Residías, definitiva tú. Pasé por el frente de tu casa. Las mamparas de tu corazón cerradas e iluminadas como siempre. Doblé hacia mi derecha, por la calle perpendicular. Tomé vuelo unos 50 metros y retrocedí en 2° el todo terreno como alma que se lleva el diablo. Por última vez – y de esa forma – entré en tu vida para salir por siempre. La sorpresa, el estrépito de la 1° mampara de tu corazón arrasada, la 2°, más al centro y profunda, igualmente destrozada, entre tus arterias y el esternón, te paralogizó. Quedaste estupefacta al verme bajar con mi pasamontañas, queriendo identificarme. Yo, presto, tomé esta vez concientemente, lo que me pertenecía de ti. En 2 minutos la operación culminó ilesa y victoriosa. Un trabajo limpio. En otros 18 minutos sin pasamontañas, sin camuflaje que limpié con toallitas higiénicas desechables, era un santiaguino más que circulaba por la ciudad, en su propio auto, esta vez nuevamente lleno de adrenalina. El botín ascendió a lo que te extraje de tu corazón por la violencia y por la fuerza, lo que me habías arrebatado tiempo atrás. Lo que más valor de mercado tenía en mi: la cordura, la prestancia, el orgullo, mi entera dignidad. .

miércoles, agosto 23, 2006

LA TAPA-ABAJO.

No sé ni importa, dónde leí lo que les comentaré. O si lo vi en TV. No importa. Lo que importa es que es así. Se trata de algunos de los INVENTOS TOP del 2.006. Están, entre otros: 1.- El iPOD; 2.- El Google Earth, y 3.- El envase tapa boca abajo. Sí, tal como leen. La tapa para abajo del envase de algunos productos semi-líquidos o más o menos densos, como Colirios, Shampúes, Cremas y Condimentos. Para mi este invento reúne las características más importantes como invento, por encima de las otras innovaciones que son más que nada tecnológicas o desarrollos que mejoran otras plataformas. Los otros son inventos-inventos. La nueva tapa, una modificación a un invento milenario, con el cual compartimos toda una vida, la mía , la tuya, la de nuestros abuelos. La tapa-abajo–según mi modesta opinión- nace de la observación de estos artículos de uso diario y mundial y de querer obtener un mayor aprovechamiento de su capacidad, lo que representa a todas luces, un golpe a los fabricantes. Hasta antes de este invento, los productos envasados con tapa tradicional, se botaban habiéndose consumido sólo dos tercios de su capacidad. Ello significaba para los productores una importante ganancia, dado a que se cobraba 90, se vendía 90, el consumidor ocupaba 60 y se perdía 30, lo que obligaba al consumidor a volver a comprar ese producto mañosamente envasado y mermado, aunque legal. Con la bendita tapa-abajo, se consume lo que se vende en forma total, por la simple ley física de que lo más denso se va para abajo y por ahí sale. Debe haberles costado mucho a los productores aceptar que se venda 90 y se ocupe 90, se pierda 0, como en el resto de los productos. A nadie se le ocurriría comprar un par de zapatos para sólo usarlos 21 días del mes. En mi caso particular, artesanalmente usaba este invento dando vuelta hacia abajo mis colirios que me acompañarán por vida, a un costo de $ 55.000 mensuales. porque la industria farmacéutica - que bien sabemos lo poderosa que es – aún no implementa esta simple medida en su envases. Son $ 55.000 mensuales. Lo que ha significado – ni más ni menos - que cada mes durante años, he perdido $ 18.150 a favor de dichas Empresas. Qué rabia! Si a ello unimos los shampúes, bálsamos, mayonesas, mostazas, etc, etc., “alguien” ha ganado muchísma plata a costa de todos nosotros. Bien por ese inventor que aún permanece anónimo. Desde mis colirios le envío congratulaciones

miércoles, agosto 09, 2006

ENSEÑANZAS DE LOS QUESOS DE COLTAUCO

El tema de la estafa de los quesos en Coltauco me ha hecho reflexionar respecto al origen de la estafa. Al terreno fértil que inventa el estafador y la gente dispuesta a ser estafada. Sobre todo cuando el estafador dirige inteligentemente su mirada hacia una comunidad entera. Aquí ya no se trata de la simple y vulgar estafa individual o de pequeña envergadura. Se trata de una estafa colectiva. Alrededor de 600 habitantes de una comuna de 17.000. Off the record ya se habla de 5.000 personas ESTAFADAS. Cifra no desmesurada en términos aritméticos. Desmesurada sí en cuanto a fenómeno sociológico y sicológico, por qué no decirlo, y de todas maneras, desmesurada en términos económicos. Escarbando en los motivos para que 600 personas adultas, cayeran tan ingenuamente y no fueran advertidas, podemos elucubrar las siguientes teorías y sus respectivas potencialidades: 1.- Se trataba de gente con alguna capacidad económica propia o alguna capacidad de endeudamiento fácil. (Potencial 1). 2.- Se trataba de gente que quería emprender un negocio nuevo, aportar capitales de distintos montos para obtener beneficios. Un típico negocio capitalista encuadrado en una sociedad capitalista libremercandista. (Potencial 2). 3.- Se trataba de gente ambiciosa. (Potencial 3). Cuáles son entonces las tremendas enseñanzas que un fenómeno como éste nos deja a todos y en qué nos puede ayudar para que el desarrollo de esas 3 potencialidades sirva. Podría darse el caso – propongo yo -que el Estado, a través de alguna de sus entidades idóneas, invente negocios reales. Negocios que motiven al ciudadano común, que lo hagan soñar, aunque con los pies en la tierra. Que –por ejemplo – llegue al mismo Coltauco, y les ofrezca a los ciudadanos formar una sociedad mixta, con el aval del Estado, en donde cada uno de esos 600 ingenuos esta vez aportan los mismos $ 600.000.000 que aportaron con los quesos (estoy pensando en $ 1.000.000 per cápita), el Fisco aporta otros $ 600. 000.000, y emprenden un negocio serio teniendo como tema, por ejemplo, la economía de la zona. Que la zona es vitivinícola? Duro con el vino, nuevas cepas, nuevas posibilidades. Que es melífera? Duro con las abejas. El pólen, la jalea real, el propóleo. O producir por ejemplo, real queso de exportación. Queso de oveja. Se dan cuenta lo que significa invertir en una zona como ésa u otra, US$ 2.000.000?. Naturalmente los reingresos no serán a 2 meses plazo ni exagerados. Pero ese concepto de la plata fácil ya está desde Coltauco, instalado en el inconsciente ciudadano: los negocios fáciles nunca resultan. Y éste sería un negocio garantido, seguro, estable, de aporte para la comunidad, para la Región, para el país. Chile tiene 346 comunas. Un negocio mixto ciudadanos-Estado en cada una de esas 346 comunas. Un millón de dólares del Fisco por 346, es igual a US$ 346.000.000 de dólares, ninguna cifra desmesurada, entendiendo que se trata de inversiones rentables y con seguro retorno. Lo que este mismo Fisco tendría que poner para salvar el Puente del Chacao.