Dos blogs y dos corazones: uno limpio y uno cochino, en ambos casos.

UNA LITUANA EN PROVIDENCIA (Marzo 2.002)

EN HOMENAJE A UNA LITUANA EXTRAÑA PERO DERECHA. Después de 4 años volví a Providencia con Thayer Ojeda, mis espacios por 15 años. Todo estaba distinto, todo estaba igual. Cafés con nombres y mozos nuevos. Bancos con bancarios y nombres nuevos. La Pizza Nostra convertida en El Liguria. El mismo Raúl vendiendo plantas, Lucho, mi lustrabotas. Gente de pueblo: receptores de mis mierdas entre proyecto y proyecto cuando bajaba a botar un poquito las neuras. Te recordé entonces. Inconmovible, lejana, extranjera, extraña, difusa. De abrigo. Miren que con abrigo en verano a la intemperie. Con un perro en la falda en verano. Jugabas con las sensaciones que producías en los hombres. Los manejabas bien sabiéndote atractiva. Comencé a verte desde lejos continuamente, constantemente: foránea. altanera, etérea. Puedo decir ahora que sólo tu perro te unía a la tierra y los terráqueos. Un día me acerqué, pleno verano, 19:30 hrs., mucho calor aún, tú con abrigo y con el perro. Un Schnauzer Miniatura. Mezcla de perro de raza y quiltro que detesté. Quería que me cayeras bien. Quería que me agradaras. Quería caerte bien. Quería agradarte. Ninguna de esas cosas conseguí .Yo sabiéndome interesante. Tú sabiéndote interesante. Afortunadamente fue recíproco. 1ª carrera: perdida. Nunca vi tanto empeño desaprovechado. Nunca tantas ganas de herir en tan poco tiempo. Sólo algo conseguí: que no se levantaran tu Schnauzer y tú y y me dejaran botado, y yo que sólo me levanté cuando mi secretaria me vino a buscar. (Los cafés de la zona eran otro hall de mi oficina. También los restaurantes.) Así empezó lo que empezó que nunca fue gran cosa. Una extraña pequeña-gran cosa. No eras chilena. Qué duda cabía. Parecías de ex algún país de la ex Cortina de Hierro de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Eras una ex. Qué duda cabía. Al final lo reconociste: Lituania. Aunque hablabas como italiana de Florencia, argentina de Córdoba, isleña de Cuba, francesa de Orleáns. Esa facilidad lingüística que tenías y con la que desorientabas a los que se acercaban a nuestra mesa a conocerte, lo que si bien me daba cierto orgullo, me molestaba porque no sabía que las lituanas eran tan coquetas pero serias. Recuerdas cuando discutíamos sobre el gentilicio de los habitantes de Florencia, tu ciudad preferida?...Es florentino, como te decía yo. Tenías varias peculiaridades, varias. Que te hacían irrepetible. Una en particular: nunca mirabas a los ojos. Característica que es mala y que es buena. Mala porque escondías el hilo que iba desde tus hermosos ojos-miel a tu meollo, al meollo de tu lituano corazón. Buena porque nunca supe si existía ese hilo entre esos ojos y ese maldito meollo. Como desaparece una lituana en Providencia, que es como aparece una lituana, desapareciste. Recién ahora con el correr de los tiempos he llegado a saber que la capital de tu país era Vilnius. VISITEN ESTA COCHINÁ

posted by un cheque en blanco @ 8:10 p. m.